Oración de sanación al Padre Damián el apóstol de los leprosos
Mi querido Padre Damián
Me dirijo a ti con humildad y devoción, buscando en tu intercesión la sanación y el consuelo que tanto necesito. Sé que en tu vida terrenal te entregaste por completo al servicio de los leprosos, sin importar las condiciones en las que te encontrabas.
Padre Damián, encomiendo a tus manos mis enfermedades, tanto físicas como emocionales. Intercede por mí ante la presencia divina, para que pueda experimentar la sanación en todas las áreas de mi vida. Que la luz de Dios ilumine mi cuerpo, mente y espíritu, y me restaure por completo.
Tú, que conociste de cerca el sufrimiento y la marginación, comprendes mis dificultades y angustias. Te pido que me brindes fortaleza y perseverancia para enfrentar mis propias pruebas, y que me enseñes a confiar en la bondad y misericordia de Dios en todo momento.
Por la sanación de los enfermos y abandonados
- Ruego a ti, Padre Damián, que intercedas por todos aquellos que se encuentran enfermos y abandonados. Derrama tu compasión sobre ellos y permite que encuentren consuelo en su dolor.
- Pido especialmente por aquellos afectados por enfermedades estigmatizadas y consideradas contagiosas. Que encuentren en ti un ejemplo de amor incondicional y aceptación, y que la sociedad aprenda a superar los prejuicios y miedos asociados a estas enfermedades.
- Te ruego también por aquellos que se sienten solos y desesperanzados debido a sus enfermedades. Que experimenten tu presencia sanadora y que encuentren consuelo y apoyo en la comunidad.
- Que la sanación que imploro en mi vida y en la vida de los demás sea integral, abarcando no solo el cuerpo, sino también la mente y el espíritu. Que podamos encontrar paz y esperanza incluso en medio del sufrimiento.
Por el don de la compasión y el servicio
Padre Damián, te pido que me concedas el don de la compasión y la voluntad de servir a los demás, al igual que lo hiciste tú. Ayúdame a ver en cada persona la dignidad y el amor de Dios, y a brindarles una mano amiga en los momentos de necesidad.
Que tu ejemplo de entrega y servicio desinteresado inspire mi vida diaria, y que pueda encontrar en cada oportunidad de ayudar una manera de agradecer a Dios por su bondad y misericordia. Ayúdame a vencer el egoísmo y la indiferencia, y a amar al prójimo como a mí mismo.
Conclusión
Encomiendo mi vida y mis intenciones a ti, Padre Damián, confiando plenamente en tu poderosa intercesión ante Dios. Escucha mis oraciones y ayúdame a crecer en fe y esperanza. Que tu ejemplo de entrega y amor al prójimo sea un faro en mi camino espiritual.
Mi querido Padre Damián, te agradezco por tu dedicación y servicio a los más necesitados. Te pido que sigas intercediendo por los enfermos y abandonados, para que encuentren paz y sanación. Ayúdame a vivir mi vida con valentía y generosidad, siguiendo tu inspirador ejemplo.
Amén.
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