Oración de protección contra el mal según salmos y versículos de la Biblia
Amado Padre celestial, en ti deposito toda mi confianza y mi fe. Hoy me presento ante ti con humildad, buscando tu protección y amparo contra todo mal y peligro que pueda acecharme.
Enfrente de la adversidad, clamo a ti, Señor, para que me rodees con tu manto de amor y me libres de todo temor. No permitas que el mal se acerque a mi vida, pues tú eres mi refugio y fortaleza.
Declaro tu palabra poderosa que se encuentra en el Salmo 91:9-11, que dice: "Porque has puesto al Señor, que es mi refugio, al Altísimo, por mi habitación, no me sobrevendrá mal, ni plaga tocará mi morada. Porque a sus ángeles mandará acerca de mí, que me guarden en todos tus caminos".
Señor, te pido que envíes a tus ángeles para protegerme en cada paso que doy, guardando mi camino de peligros visibles e invisibles. Permíteme morar bajo tu sombra, donde encuentro seguridad y paz.
En tu Palabra, en el Salmo 23:4, tú prometes que aunque camine por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento.
Reafirmo mi fe en ti, mi Dios, y me aferro a tu promesa de estar siempre a mi lado, protegiéndome y guiándome en todo momento. Tú eres mi pastor y nada me faltará.
En tu infinito amor, sé que no permitirás que ningún mal sobrevenga sobre mí ni sobre mi familia. A través de tu poder y autoridad, declaro que todo enemigo que se levante contra mí será derrotado y desvanecido.
Tu Palabra, en Romanos 8:31, me asegura que si estás conmigo, ¿quién contra mí? Así que, con confianza y certeza en tu poder, rechazo todo ataque del enemigo y reclamo tu protección sobre mi vida y todo lo que me rodea.
Gracias, mi Dios, por tu amor incondicional y por ser mi escudo contra todo mal. Confío en tu promesa de protegerme y nunca abandonarme. En el nombre poderoso de Jesús, amén.
Padre celestial, encomiendo mi vida y mi ser a tu cuidado, sabiendo que tú eres poderoso para guardar y sostener. Que tu presencia sea siempre conmigo, guiándome y protegiéndome a cada paso que doy. En tus manos pongo mi vida y mi destino, confiando en que tú velarás por mi seguridad y bienestar. Amén.
Deja una respuesta